Habla pueblo habla...

"Habla pueblo habla"

¿Te suena este eslogan? Sonó en los albores de nuestra naciente democracia. Democracia que aún consolidada, todavía es imperfecta.
Desde aquí te invitamos a que con tus palabras tus ideas y tus críticas contribuyas a una ciudad cada vez más democrática y solidaria.

sábado, 6 de octubre de 2012

Limpiar bajo las alfombras


Si observamos la ciudad en la que vivimos y las de nuestro entorno, podemos comprobar que, por regla general, la suciedad se va apoderando poco a poco de las mismas. Esto se puede deber a varios factores, entre ellos la escasez cada vez mayor de empleados de la limpieza debido a los recortes generalizados que está sufriendo el país, o a la dejadez del vecindario que se niega en su gran mayoría a realizar una labor que estima no le corresponde y sobre todo, a la falta total de civismo de nuestros conciudadanos que arrojan a la vía pública todo tipo de residuos (papeles, envoltorios, etc.) y sacan a sus animales de compañía a realizar sus necesidades fisiológicas y después no los recogen.
Esta suciedad física y palpable, podemos trasladarla sin el menor reparo a otro tipo de suciedad menos tangible pero mucho más peligrosa, nos referimos al deterioro que está sufriendo desde varios años acá, nuestra clase política (y no me refiero a ningún partido en particular porque los incluyo prácticamente a todos). Sólo tenemos que leer la prensa diaria o ver los telediarios para comprobar que lo que afirmamos es cierto, son innumerables los casos de corrupción que se dan un día sí y otro también, las declaraciones y manifestaciones de los políticos nos alarman por su falta del más elemental sentido de la ética y de la moralidad política (podemos citar a modo de ejemplo las declaraciones de un alto cargo del gobierno manifestando que la leyes, como las mujeres, son para violarlas) y así podríamos continuar con un largo etcétera.
Si esta observación la trasladamos a nuestro entorno más cercano comprobamos que, efectivamente, la gran mayoría de alcaldes y concejales de nuestros municipios no tienen la preparación política ni la cualificación adecuada para desempeñar las funciones que como representantes del pueblo les corresponde, y eso por no hablar de la ética personal y moral que en principio queremos presuponerles.
Con esto no queremos indicar que la función política no sea necesaria sino todo lo contrario. Lo que pretendemos hacer llegar al lector es que para salvaguardar nuestra democracia y fortalecerla, es indispensable y urgente llevar a cabo una transformación radical de los sistemas de elección de nuestros representantes de manera que sea el pueblo el que directamente los elija a fin de que estos no se deban al partido o al jefe de filas de turno que los quita y los pone a su antojo.
En principio, se debería adoptar de inmediato en todos los partidos del arco político español, las “primarias” para elegir los candidatos a cualquiera de los estamentos a los que se accede por el sistema electoral y por supuesto cualquier contienda electoral debería dirimirse en “listas abiertas” lo que haría que los elegidos se preocuparan más de los intereses de sus electores y que se estableciera una especie de “criba” al tener necesidad de un contacto directo con la ciudadanía.
Está claro que a los partidos mayoritarios PP y PSOE este sistema no les conviene porque de perderían gran parte del control férreo que hoy ejercen sobre sus políticos, y por supuesto no tienen intención de llevar a cabo estas reformas. Por tanto los ciudadanos, si consideramos estas propuestas como urgentes y necesarias, somos los que, apoyándonos en partidos minoritarios y movimientos sociales, tendremos que acometer dicha tarea.