Ahora llega la hora de los ciudadanos, somos los ciudadanos los que tenemos el deber y el derecho de “hacer política” yo diría más, es la hora de que los ciudadanos hagamos POLÍTICA con mayúsculas.
Si nos decidimos y por fin vamos a las urnas con responsabilidad y habiendo conseguido la mayor información posible, y no siguiendo nuestros sentimientos o nuestras simpatías por tal o cual partido, nos podemos llevar sorpresas. Debemos adquirir consciencia del valor de nuestro voto y si lo conseguimos es posible que nada va a volver a ser igual.
Quizás peco de repetitivo en estos artículos, pero creo que es necesario en determinados momentos pecar de la reiteración, y este es uno de esos momentos. Leemos en el país del pasado domingo que: “Andalucía es, con la valenciana, la comunidad con más investigados en las listas: 26 en total -11 del PSOE, nueve del PP, dos de IU y cuatro de otros partidos-. Todos en candidaturas municipales… Otros políticos del PSOE y del PP están también bajo la lupa del juzgado por esa moción de censura”.
Otro ejemplo lo tenemos en Valencia donde según Público del 11/04/2011: “Ni el hecho de que el president de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, esté cada vez más cerca del banquillo por su imputación por cohecho impropio en el caso de los trajes, ni la investigación a su partido por presunta financiación ilegal hacen que los conservadores se resientan en uno de sus principales feudos. A poco más de un mes para las elecciones autonómicas del 22 de mayo, el PP sigue siendo la opción favorita de los valencianos. Según los datos del Publiscopio autonómico, elaborado entre el 4 y el 7 de abril, esta formación lograría hoy el 50,4% de las papeletas, lo que equivale a 55 de los 99 escaños que conforman Les Corts. Es decir, mayoría absoluta”.
Pero no sólo existen estos “casos”, quizás los periódicos se refieren a los más llamativos o mediáticos, por la complejidad y número de implicados o por la capacidad mediática de los mismos. Son muchos los pueblos en los que se dan casos de corrupción o al menos “corruptelas”, y todos los habitantes de esos pueblos las conocemos.
Por todo ello creo que debemos ver las listas de las distintas candidaturas con lupa, y desechar cualquier lista en la que estén incluidos personajes sospechosos de estar implicados en cualquier tipo de actividad ilícita en razón de su cargo.
