Habla pueblo habla...

"Habla pueblo habla"

¿Te suena este eslogan? Sonó en los albores de nuestra naciente democracia. Democracia que aún consolidada, todavía es imperfecta.
Desde aquí te invitamos a que con tus palabras tus ideas y tus críticas contribuyas a una ciudad cada vez más democrática y solidaria.

jueves, 31 de marzo de 2011

La recta final –antes de la campaña-

20110322c_Cervantes02
Ya terminó la fase de la precampaña dedicada al lucimiento personal de candidatos, ellos y ellas, con inauguraciones a la carrera y contra reloj de estaciones por las que no pasa el tren, terminales de aeropuertos que no reciben aviones, tramos de carretera que no llevan, de momento, a ninguna parte, de plazas inventadas que se inauguran con nombres de personajes del mundo de la farándula y el famoseo, segundas y terceras piedras de edificios oficiales que hace años debieran estar terminados…Todo ello para conseguir unos segundo en la televisión local o si hay mucha suerte regional o nacional, un suelto en la prensa y llenar las revistas de los propios partidos o los boletines municipales con muchas, muchas fotos del candidato (él o ella).
Ahora entramos en la última fase preelectoral –podemos llamarle fase de las contrataciones-. Los ediles que tienen la suerte de gobernar los ayuntamientos de esta España nuestra se dedican, con un afán inusitado, a contratar personal de la localidad correspondiente y de una forma masiva, para realizar los más diversos y a veces “peregrinos” trabajos, tales como pintar bancos árboles callejeros y toda clase de material urbano, limpiar calles y plazas (que deberían estar limpias todo el año si funcionaran los servicios de limpieza correspondiente), sembrar plantas y flores de parques y jardines con jardineros improvisados (no sabemos qué hacen los jardineros titulares durante el resto del año), etc.., etc..
Todo esto sin tener en cuenta el enorme déficit que arrastran el 90% de los Ayuntamientos. Pero, en realidad, no debemos preocuparnos demasiado por el gasto extraordinario que estas contrataciones suponen ya que los contratos son de 2 o a lo sumo de 3 meses (justo hasta que pase el día de las votaciones), pues ese día esperan recoger la cosecha, el voto comprado con esos contratos a los “afortunados” que lo han conseguido y a sus familiares más directos.
Esto es así y todos lo sabemos pero, desgraciadamente, en este caso nada puede hacer el ciudadano de a pie si no es tenerlo también en cuenta a la hora de emitir su voto.